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Honor de cineasta

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Por Nerea Sirera

  • Concha Velasco se convierte en la cuarta mujer en ganar el Goya de Honor de la Academia de cine
  • El Goya Honorífico ha sido otorgado mayoritariamente a directores, productores y guionistas. En el caso de ellas, las actrices son las más premiadas con este galardón

Concha Velasco subía al escenario del Centro de Congresos Príncipe Felipe entre aplausos y ovaciones de un público que esperaba ansioso las palabras de la ganadora del Goya de Honor de 2013. Esta expectación general no era de extrañar, teniendo en cuenta que la actriz y cantante de La chica yeyé no había recibido todavía ningún Goya en toda su extensa carrera.

Muchos de los presentes en la gala, incluida la misma Concha, se preguntaban el por qué de haber tardado tanto en tener en sus manos este premio del cine español. Quizás por eso su discurso de agradecimiento, un extracto de su obra de teatro Yo lo que quiero es bailar, que la actriz interpretaba hace unos meses en el teatro La Latina de Madrid, estuvo orientado a recordar con ironía las veces que se había quedado a las puertas de colocar el “cabezón” en el salón de su casa.

Concha-Velasco-Goyas-2013

Concha Velasco con el Goya de Honor

Concha Velasco es la cuarta mujer en recibir el Goya de Honor que concede cada año la Academia de Cine, después de Rafaela Aparicio en 1988, Imperio Argentina en 1989 y Josefina Molina en el pasado año 2012. El resto, veintitrés galardonados más, entre los que se encuentran personalidades tan destacadas del ámbito cinematográfico como Héctor Alterio, José Luis López Vázquez o Tony Leblanc,  han sido todos hombres.

Pero, ¿por qué menos mujeres tienen este premio en su haber? El motivo principal responde al hecho de que el Goya Honorífico tiene la peculiaridad de otorgarse a aquellos cineastas que han dedicado toda una vida al cine y, hoy en día, todavía son pocas las mujeres que cuentan con una dilatada experiencia a sus espaldas en profesiones como la de guionista y productora. Actualmente, sólo el número de actrices de larga trayectoria podría equipararse al de actores.

Paula Ortiz, productora y directora nominada en los Goya 2012 por su primer largometraje De tu ventana a la mía, añade otra posible razón de esta diferencia de géneros en el otorgamiento del galardón. “Como en tantas otras áreas sociales, laborales o creativas, las mujeres han estado relejadas a las funciones de objeto, y pocas veces de sujeto, que es donde ellas realmente crean, hablan, construyen y deciden”. Sin embargo, Ortiz asegura que “afortunadamente esto está cambiando desde hace tiempo tanto en el cine como fuera del cine”.

Antonio Sempere, crítico de cine y columnista del diario Información de Alicante, cree que “lo que decanta la balanza hacia ganar o no es el apartado de la dirección, y ese dato lo siguen ganando los hombres”.

Entre las cuatro artistas premiadas, Josefina Molina, directora y guionista, es la única que no es intérprete, ya que el resto de los reconocimientos han ido para actrices. Esto demuestra que las mujeres triunfadoras en el séptimo arte siguen teniendo su espacio delante de la pantalla, pero difícilmente detrás de ella. En España, Helena Cortesina fue la primera mujer que dirigió una película en el año 1921, y a ella le siguieron otras pioneras del cine español como la catalana Rosario Pi, que llegó incluso a ser la presidenta de su propia productora, Star Films.

Pero hubo que esperar hasta los años ochenta para ver emerger nuevas profesionales que a día de hoy se han convertido en el símbolo de la dirección cinematográfica femenina en España. Pilar Miró, Cecilia Bartolomé o Ana Mariscal son algunas de ellas, que además abrieron paso a otras que vinieron más tarde, como Icíar Bollaín, Isabel Coixet o Patricia Ferreira.

En la actualidad cada vez más mujeres se dedican a la dirección y el guión, pero todavía son pocas las que ocupan posiciones directivas o puestos de trabajo en ámbitos tradicionalmente masculinos como el montaje, la fotografía o la composición de bandas sonoras. Por tanto, no hay que olvidar que, aunque aumente su presencia en las plantillas de productoras y equipos de rodaje, siguen siendo minoría respecto a ellos en casi todas las esferas, exceptuando la actuación. Quizás por eso también han tenido menos oportunidades de ser premiadas.

Montaña Marchena explica a este respecto que “aunque ahora sucede menos que antes, sigue siendo más común que las mujeres conocidas por trabajar en el cine sean actrices, más todavía si tienen una larga carrera a sus espaldas”. Esto se debe, según Marchena, a que “históricamente el lugar que ocupaba la mujer en el cine era como actriz, script, modista, maquilladora o peluquera”.

Sin embargo, echando una vista atrás hacia los primeros años de los premios Goya y teniendo en cuenta que la presencia femenina en el cine va en aumento año tras año, se plantea la duda de si en un futuro el Goya de Honor podría equiparar su número de premiadas al de premiados. A este respecto hay opiniones encontradas entre los entrevistados:

Por un lado, Paula Ortiz opina que sí es posible que esto ocurra. “Hace ya muchos años que, progresivamente, las mujeres han tomado las luces, las cámaras, las estaciones de edición, el texto, la palabra y la imagen. Esto ya es patente en las películas, y poco a poco lo será también en los reconocimientos”.

Por otro, Fernando de Luis-Orueta Caballero, periodista y creador y director de losextras.es, cree que hace falta mucho tiempo para que esto pueda suceder. “La ventaja numérica de los premiados masculinos es muy grande. Para igualarla tendrían que concederse los Goyas de Honor sólo a mujeres durante los próximos 23 años y es improbable que es eso ocurra. Eso sí, con certeza veremos más premios a mujeres en el futuro que en el pasado”, afirma.

La ganadora de este año, en este caso una actriz de las de renombre, ansiaba este reconocimiento especial desde hacía mucho tiempo, por lo que después de su discurso de agradecimiento, miró emocionada a su sobrina, la también actriz Manuela Velasco y poseedora de otro Goya, y pronunció la frase que resumía todo el trabajo de una vida al servicio del séptimo arte: “Por fin tengo en mis manos un Goya”.

Profesiones de Goya

Los hombres, aunque más galardonados, tampoco se libran de las exclusiones. Y es que, haciendo un balance de las figuras masculinas premiadas hasta el momento, se observa un patrón claro donde abundan los directores, actores, productores y guionistas. La diferencia es que en el caso de ellos sí existe alguna excepción, encarnada en las figuras de José F. Aguayo, director de fotografía y primer premiado de la historia con el Goya de Honor; Victoriano López García, director del Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas; Enrique Alarcón, director artístico, y Federico G. Larraya, director de fotografía. De cualquier modo, que de 23 hombres laureados con este Goya sólo cuatro de ellos sean profesionales del cine con una tarea distinta a la de escribir, producir, actuar o dirigir, muestra una tendencia de la Academia a premiar a los colectivos más visibles y reconocidos del ámbito cinematográfico.

Anna Solà, codirectora de la Muestra Internacional de Films de Mujeres de Barcelona, tiene muy claro que en este premio deben tener cabida otros colectivos como compositores, decoradores o diseñadores, entre otros. “El cine se ‘hace’ también escribiendo sobre las obras, analizando las propuestas estéticas y diseñando carteles o espacios de exhibición”, dice.

Fernando de Luis-Orueta Caballero afirma que ésta es precisamente “una de las carencias de los Goyas de Honor” y explica que mientras se entregaban en la gala junto al resto de los premios, “era comprensible que se concedieran mayoritariamente a personas conocidas, por el hecho de emitirlo en un programa de televisión en horario de máxima audiencia. “Sin embargo, ahora que se entregan en la Fiesta de Finalistas, dos semanas antes de la gala, ya no hay excusas para no incluir a profesionales de otras ramas”, añade.

Toda una vida de cine

Mucho ha llovido desde que Concha Velasco debutara en el cine en 1954 con La reina

Concha Velasco en "Las chicas de la cruz roja"

Concha Velasco en “Las chicas de la cruz roja”

mora, pero ella nunca ha dejado de trabajar. Actriz, cantante y presentadora, la vallisoletana no ha dudado en probar todo aquello que pudiera hacerle crecer como artista y como persona. Las chicas de la cruz roja o Historias de la televisión, donde comenzó el mito de “la chica yeyé” gracias a una escena en la que una joven Conchita cantaba esta canción de Augusto Algueró, son algunas de las películas de su extensa filmografía, imposible de detallar en pocas líneas. En teatro, Velasco se ha subido a un escenario para interpretar obras como  Don Juan Tenorio, Las manzanas del viernes o una más  versión del famoso musical de Broadway, Hello, Dolly!

Tampoco ha dudado en acercarse al público a través de la televisión, donde últimamente ha aparecido en series como Motivos personales, Herederos o Las chicas de oro y donde actualmente continúa presentando Cine de barrio e interpretando a la inquietante Ángela de Gran Hotel.

Con esta amplia y variada trayectoria no es de extrañar que la actriz esperara algún reconocimiento en forma de Goya por su trabajo. Pero, ¿qué opinan de la elección de Concha Velasco como premiada aquellos que se dedican al cine?

Antonio Sempere lo tiene muy claro. “Ella lo había pedido a gritos de una forma nada sutil. Había que dárselo”.

Anna Solà defiende que el premio “no es sólo oportuno, sino que debería haber llegado antes”.

Montaña Marchena opina que, aunque no comulga con las películas que protagonizó en los 60 y 70, “puesto que pertenecen a un tipo de cine español vacío, tópico y de mal gusto en ocasiones”, Concha Velasco le parece “una gran actriz, tanto de teatro como de cine y de televisión, medio en el además que lo está demostrando actualmente”.

Paula Ortiz va más allá. “Me parece un premio necesario y merecido. Concha es una mujer de carrera larga y plural y con un profundo sentido del humor, absolutamente imprescindible en este mundo y en las mujeres”, argumenta.

Fernando de Luis-Orueta Caballero piensa que “era imprescindible que se le concediera el Goya de Honor” y afirma que, desde su punto de vista, “no ha habido en la historia del cine español una estrella más brillante y durante tanto tiempo como la de Concha Velasco”.



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